Abierta la preventa de «¡Vaya mierda de planeta!» (Y cómo Japón me ha influido en mis libros)
Sabéis que este año además de llevar adelante el presente pódcast, y otros de los que me encargo, estoy muy comprometido con escribir y publicar libros.
Durante este 2023 acabarán saliendo cuatro novelas cortas de ciencia ficción mías. Ahora os voy a hablar de la última, que aparecerá en octubre, y que tiene cierta relación con Japón y algunos de mis viajes.
Este nuevo bolsilibro va de un astronauta que se pierde en un planeta extraño y desconocido y tendrá que vivir una serie de aventurillas. ¿Qué tiene que ver con Japón? Pues, lo creáis o no... tiene que ver.
Quizá lo recordéis. Cuando escribí mi primer libro, que fue Retrogaming Tales, quise incluir en uno de los relatos al país del sol naciente. Si iba a hablar de videojuegos retro... ¿qué mejor que desarrollar una historia que transcurriese en Japón?
Tengo mucha experiencia en el retrohunting. La búsqueda de videojuegos clásicos atrae a muchos turistas a tierras niponas, y yo cuento con mucha experiencia con mi trabajo en mi antigua tienda de videojuegos. Así que quise armar un tale con una chica que fuese a comprar artículos relacionados con el retrogaming. A Kioto, en concreto.
Para mí fue sencillo. Puesto que, a pesar de tratarse de ficción, podía hablar de lo que he vivido de alguna forma y dotar de pinceladas de realidad a esa historia misteriosa que tenía que ver con juegos, que aparentemente no existían y que aparecían como santos griales en la tienda más insospechada...
Y es que ahora, reflexionando ante este ¡Vaya mierda de planeta! me doy cuenta que mis viajes a Japón me han nutrido de experiencias, que son una fuente de inspiración para mis libros.
Porque con Pulp Reality volví de nuevo a Japón. Lo hice con una enrevesada trama, que tenía también lugar en el país nipón. Ambientada en un Japón distópico y en una ciudad ficticia, que os puedo reconocer ahora que nadie nos oye que es un trasunto de Osaka.
Pulp Reality tenía yakuzas, escenas de acción en santuarios, metros nipones a reventar y un montón más de cosas de la cultura japonesa. Era una mezcla de metaficción, una especulación por mi parte de cómo será Japón en un futuro y con unos personajes... algo perdedores, aunque entrañables a su modo.
De nuevo, lo mismo. Si quería escribir una novela corta sobre un autor que vivía en un suburbio donde la miseria había ganado a la tecnología, ambientarlo en Japón me iba como anillo al dedo. Transformaba mis sensaciones, experiencias y reflexiones de mis viajes allí y los convertía en ficción, aunque conteniendo un poso de realidad. O, al menos, una raíz que partía de lo real que yo había experimentado.
Y llegamos a ¡Vaya mierda de planeta!. Que es adonde quería yo llegar.
Para empezar, y sin irme por las ramas, os quiero avisar de que este nuevo libro está ahora en preventa.
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Como os decía antes, este bolsilibro va de un primer contacto extraterrestre en un planeta lejano. ¿Qué diablos tiene que ver con tus experiencias en Japón? Quizá es algo que es lícito que os preguntéis.
Pues lo cierto es que tiene relación, por descabellado que pueda parecer. Siempre habréis oído quizá que Japón es, en parte, otro mundo. Que la primera vez vas allí, más que encontrarte en otro país... ¡parece que estás en otro planeta!
El choque cultural es muy grande. Es completamente diferente a España o a algunos países europeos. Así que en este libro os presento a Bill Sanders, que tendrá un shock cultural más o menos de similares proporciones, en el planeta Percae.
No quiero desvelaros demasiado del argumento. Tal vez sabéis que soy muy cuidadoso a la hora de dar información sobre mis libros, de su trama y detalles. No quiero estropearos la sorpresa, ni que sepáis más de la cuenta antes de empezar a leerlo.
Pero sí. Japón me ha servido para reflejar la estupefacción ante unos seres diferentes, y una cultura completamente distinta a la nuestra que te aborda, como la que muestro en este libro.
Y también a la inversa: cómo esos extraterrestres nos ven a nosotros.
¿Estoy diciendo que Japón es otro planeta y los japoneses algo extraterrestres?
Pues no literalmente, pero quizá sí, en el fondo. Al menos, nuestro primer encuentro con ese maravilloso país nos puede hacer sentir como si fuesemos unos astronautas viajando a un mundo lejano.
Espero que os animéis a leer ¡Vaya mierda de planeta! para comprobarlo.
Y espero que Japón pueda seguir siendo una de mis fuentes de inspiración y una de mis influencias.
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